Grandes retos en la industria de la construcción
Perspectivas, análisis para el desarrollo
Octubre del 2021, No. 5
Por Pablo Vargas Fernández del Busto
La industria de la construcción a nivel mundial pasó por una de sus peores crisis durante el 2020.
El distanciamiento social implementado como medida para mitigar la propagación del virus SARS-CoV-2 provocó que un gran número de obras en construcción tuvieran que detener sus actividades por completo, al tiempo que aquellas que continuaron operando enfrentaron problemas de suministro ya que las cadenas globales se vieron interrumpidas por el cierre de fronteras.
Esta industria ha jugado un papel fundamental para la economía global, representa el 13% [1] del PIB a nivel mundial y, el 7.7% [2] en términos de empleo.
A pesar de la grave crisis por la que atraviesa este sector, ha jugado un rol muy importante durante la pandemia, ya que la construcción de hospitales y centros de salud en cuestión de días fue crucial para la atención oportuna de enfermos.
En México, la industria de la construcción ya presentaba serios problemas
El sector comenzó a debilitarse desde 2015 cuando iniciaron los recortes del gasto público al segmento de obras de ingeniería civil, y a partir de 2018 ha registrado caídas consecutivas, alcanzando niveles más bajos que en la crisis de 2009. De 2013 a 2020 el gasto público destinado a este concepto se redujo 40%, por lo que el sector se mantenía a flote gracias a la construcción de edificación por parte de empresas privadas.
La industria de la construcción ha jugado un papel relevante a lo largo de la historia como palanca de desarrollo en México, es una de las que tiene mayor influencia en la economía, ocupa la cuarta posición en la estructura del Producto Interno Bruto y el tercer generador de empleo en el país. Mientras que en 2013 representó el 7.4% del PIB nacional, para 2019 su participación disminuyó a 6.6%. [3]
La declaración de emergencia sanitaria por la pandemia el 30 de marzo en 2020 complicó más el panorama para la industria de la construcción en nuestro país, principalmente para las pequeñas y medianas empresas que dependen de esta actividad, debido a que esta industria no fue declarada actividad esencial.
El año pasado el PIB de la construcción sufrió una de sus peores recesiones de los últimos años, al disminuir 17.4%4 con respecto al año anterior, cayendo en un bache más oscuro, provocado por el ambiente de incertidumbre alrededor de toda la industria, como consecuencia de una menor inversión tanto pública como privada, de la disminución en el número de proyectos ejecutados y de la caída en las actividades productivas.
Otro factor que afecta directamente a la construcción es el costo de la materia prima; hay insumos que tienen un precio internacional, como el acero, el aluminio y el cobre, los cuales se han vuelto escasos debido a la falta de producción ocasionada por la crisis sanitaria, lo que ha generado un aumento en sus costos.
Durante el mes de mayo del año pasado el número de personal ocupado en la industria de la construcción registró sus niveles más bajos, llegando a un total de 407,524 personas, lo que representó una pérdida del 18.8% respecto al mismo mes del año anterior.
En la gráfica 1 se puede observar un repunte en términos de empleo, sin embargo, todavía falta mucho para regresar a los niveles de empleo que existían antes de la pandemia.
Actualmente es uno de los pilares que está impulsando la recuperación económica del país.
Gráfica 1. Personal ocupado en la industria de la construcción
(Miles de personas)
Fuente: INEGI (Serie desestacionalizada), Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), 2021
Para que retome su posición, se requerirá de un esfuerzo conjunto de todos los sectores involucrados
El principal reto de la construcción es que las empresas de la industria recuperen la participación que tenían antes de la crisis, para ello será necesario rescatar a aquellas que se han perdido en el camino—empresas que llevan más de un año sin contrato—a través de un aumento en la inversión pública y privada.
Se vuelve crítico que haya un incremento en el presupuesto para la inversión pública y que esta inversión se distribuya de forma equitativa alrededor de todo el país con el fin de lograr una recuperación generalizada. Actualmente el presupuesto federal está concentrado solamente en algunas entidades, de esta manera el efecto multiplicador acelerado que normalmente tiene la industria de la construcción se encuentra limitado, ya que se concentra en pocas empresas y en pocos lugares.
La construcción privada se encuentra retraída, a la expectativa y con falta de confianza debido a la incertidumbre que hay en el país. Es necesario que el gobierno brinde certeza a la iniciativa privada para que inviertan su dinero en proyectos de infraestructura que beneficien a México.
Estos cambios harán que las empresas desarrollen nuevas estrategias y modelos de negocio para trascender en el entorno que plantea la nueva normalidad.
El caballo de batalla en la recuperación de la economía mexicana
Gráfica 2. PIB de la industria de la construcción en México
(millones de pesos de 2013)
Fuente: BBVA; Informe Situación Inmobiliaria México”, Segundo semestre 2021; septiembre 2021.
Las consecuencias de esta nueva forma de trabajo requieren urgentemente que los líderes de las organizaciones se enfoquen en adoptar estrategias que promuevan y fortalezcan la salud integral de sus colaboradores.
Son múltiples los beneficios que obtienen las empresas al cuidar la salud física y mental de todos sus colaboradores, podemos destacar:
La pandemia aceleró muchas tendencias disruptivas dentro de la industria de la construcción
Te compartimos algunas que pueden sentar las bases para la recuperación de tu empresa: [5]
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Modelos de información para la construcción (BIM, por sus siglas en inglés): es una metodología de trabajo colaborativa para la creación y gestión de proyectos de construcción.
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Creación de gemelos digitales (digital twin): Consiste en crear una réplica virtual de un objeto o sistema que simula el comportamiento de su homólogo físico. Esto permite el análisis de datos y el monitoreo en tiempo real.
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Cadena de bloques (blokchain): Ayuda a proporcionar mayor funcionalidad, eficiencia y visibilidad a la cadena de suministro.
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Realidad virtual y realidad aumentada: Estas tecnologías permiten a las empresas constructoras visualizar elementos de diseño, optimizar programas de capacitación, identificar riesgos y aumentar la seguridad antes de que comience el proceso de construcción.
Para trascender los retos que impone la situación actual, resulta fundamental trabajar la estrategia desde una perspectiva global, abarcando todas las áreas para que a través de la alineación de éstas se apalanque el desarrollo de tu negocio.
Notas:
[1] McKinsey Global Institute, 2020
[2] ILO (International Labour Organization) Monitor: Covid-19 and the world of work. Second edition, abril 2020
[3] Banxico, con información del INEGI y SCNM (Sistema de Cuentas Nacionales de México), 2021
[4] Fuente: INEGI (Serie desestacionalizada), Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), 2021
[5] Ernst & Young LLP, Technological advancements disrupting the global construction industry, March 2020